1 de Junio 2023
Hoy nos hemos embarcarnos en una
interesante actividad para explorar la importancia de las plantas como
sumideros de CO2.
El cambio climático es un
problema urgente y estamos ansiosos por comprender cómo las plantas pueden
desempeñar un papel crucial en la captura y almacenamiento de carbono.
Reunimos los materiales
necesarios: hojas varias plantas en crecimiento, semillas y tallos,
Comenzamos seleccionando tres
hojas sanas de la planta, procurando que fueran de tamaño similar. Colocamos
etiquetas distintivas en cada una. Repetimos este proceso con las semillas y
los tallos.
Con cuidado, pesamos cada hoja,
semilla y tallo con una balanza. Anotamos los pesos en gramos, obteniendo así
el peso húmedo de cada muestra. Era fascinante pensar en la cantidad de CO2 que
estas plantas podrían capturar.
Luego, colocamos las hojas,
semillas y tallos en el horno, ajustando la temperatura a 90ºC. Comenzamos a
contar los días, ansiosos por ver cómo se desarrollaría el proceso de
deshidratación.
Cada día, verificábamos el
estado de las hojas. Observábamos cómo se volvían secas y crujientes, listas
para ser retiradas del horno con las pinzas. Era increíble pensar en el viaje
que estas plantas habían emprendido para convertirse en sumideros de carbono.
Una vez fuera del horno,
volvimos a pesar cada hoja, semilla y tallo. Los números habían cambiado. Estos
nuevos pesos representaban el peso seco de cada muestra, sin el agua que habían
perdido durante el proceso de secado.
Para entender mejor la cantidad
de agua perdida, calculamos la diferencia entre el peso húmedo y el peso seco
de cada muestra. Esto nos mostraba cuánta agua habían contenido las plantas y
cuánta habían perdido.
Decidimos ir un paso más allá y
calcular el contenido de agua de cada hoja. Dividimos la cantidad de agua perdida
por el peso húmedo y multiplicamos el resultado por 100. Esto nos dio el
porcentaje de agua que había estado presente antes del proceso de secado.
Contenido de agua (%)
Materia orgánica (%
Semilla 1
53,2
46,8
Semilla 2
89,6
10,4
Hoja 1
88,2
11,8
Tallo 1
82,7
17,3
Tallo 2
91,6
8,4
Raíz 1
71,3
28,7
Raíz 2
87,7
12,3
Tomando en cuenta los promedios
del peso húmedo, peso seco, cantidad de agua perdida y contenido de agua de las
tres hojas, comenzamos a comprender mejor cómo las plantas interactúan con el
carbono. Estos datos nos brindaban una visión más clara de su capacidad para
capturar y almacenar CO2.
Fecha de siembra---29/11
Fecha recogida material---16/5
Rábano negro--- 30 semillas por 0,5 g/semilla
Superficie total ---4,8m2
Rábano largo---14 semillas por 0.9g/semilla
Además, queríamos explorar el
peso ganado por las plantas durante su crecimiento. Utilizando los datos de
siembra y recogida del material, junto con los pesos frescos de las plantas,
comenzamos a calcular la biomasa por metro cuadrado. Esta información nos
permitiría entender mejor el impacto de las plantas en la captura de carbono a
mayor escala.
Biomasa sembrada rábano negro: 15
g
Biomasa sembrada rábano largo:
12,6 g
Biomasa recogida rábano negro: 1022 g
Biomasa recogida rábano largo: 433 g
Incremento de Biomasa: 1007 g
Incremento de Biomasa: 420,4 g
Aplicando el Porcentaje medio de masa seca
Rábano negro: 26,15%
Rábano largo: 10,4%
Rábano negro
Rábano largo
Biomasa sembrada seca: 3,9 g
Biomasa sembrada seca: 1,3 g
Biomasa recogida seca: 267,3 g
Biomasa recogida seca: 45,0 g
Incremento de Biomasa: 264,4 g
Incremento de Biomasa: 43,7 g
Sabiendo que aproximadamente el 47% del total del peso es materia
orgánica, calculamos:
Rábano negro
264,4 g x 0,47 g de CO2/g= 124,27g de CO2 se ha fijado en 4,8m2
por lo tanto: 25,9g de CO2 por m2
Rábano largo
43,7 g x 0,47 g de CO2/g= 20,56g de CO2 se ha fijado
por lo tanto: 5,4g de CO2 por m2
Estas variedades de Rábano han estado creciendo y acumulando CO2 durante
4,5 meses,
por lo tanto:
El rábano negro ha fijado en un mes 5,8 g de CO2 y el largo 1,2g de CO2
Hoy ha sido un día fascinante,
lleno de descubrimientos sobre el potencial de las plantas como sumideros de
CO2. Nos sentimos inspirados para seguir investigando
1 de Junio 2023
Hoy nos hemos embarcarnos en una interesante actividad para explorar la importancia de las plantas como sumideros de CO2.
El cambio climático es un problema urgente y estamos ansiosos por comprender cómo las plantas pueden desempeñar un papel crucial en la captura y almacenamiento de carbono.
Reunimos los materiales necesarios: hojas varias plantas en crecimiento, semillas y tallos,
Comenzamos seleccionando tres hojas sanas de la planta, procurando que fueran de tamaño similar. Colocamos etiquetas distintivas en cada una. Repetimos este proceso con las semillas y los tallos.
Con cuidado, pesamos cada hoja, semilla y tallo con una balanza. Anotamos los pesos en gramos, obteniendo así el peso húmedo de cada muestra. Era fascinante pensar en la cantidad de CO2 que estas plantas podrían capturar.
Luego, colocamos las hojas, semillas y tallos en el horno, ajustando la temperatura a 90ºC. Comenzamos a contar los días, ansiosos por ver cómo se desarrollaría el proceso de deshidratación.
Cada día, verificábamos el estado de las hojas. Observábamos cómo se volvían secas y crujientes, listas para ser retiradas del horno con las pinzas. Era increíble pensar en el viaje que estas plantas habían emprendido para convertirse en sumideros de carbono.
Una vez fuera del horno, volvimos a pesar cada hoja, semilla y tallo. Los números habían cambiado. Estos nuevos pesos representaban el peso seco de cada muestra, sin el agua que habían perdido durante el proceso de secado.
Para entender mejor la cantidad de agua perdida, calculamos la diferencia entre el peso húmedo y el peso seco de cada muestra. Esto nos mostraba cuánta agua habían contenido las plantas y cuánta habían perdido.
Decidimos ir un paso más allá y calcular el contenido de agua de cada hoja. Dividimos la cantidad de agua perdida por el peso húmedo y multiplicamos el resultado por 100. Esto nos dio el porcentaje de agua que había estado presente antes del proceso de secado.
Contenido de agua (%) |
Materia orgánica (% |
|
Semilla 1 |
53,2 |
46,8 |
Semilla 2 |
89,6 |
10,4 |
Hoja 1 |
88,2 |
11,8 |
Tallo 1 |
82,7 |
17,3 |
Tallo 2 |
91,6 |
8,4 |
Raíz 1 |
71,3 |
28,7 |
Raíz 2 |
87,7 |
12,3 |
Tomando en cuenta los promedios del peso húmedo, peso seco, cantidad de agua perdida y contenido de agua de las tres hojas, comenzamos a comprender mejor cómo las plantas interactúan con el carbono. Estos datos nos brindaban una visión más clara de su capacidad para capturar y almacenar CO2.
Fecha de siembra---29/11 |
Fecha recogida material---16/5 |
Rábano negro--- 30 semillas por 0,5 g/semilla |
Superficie total ---4,8m2 |
Rábano largo---14 semillas por 0.9g/semilla |
Además, queríamos explorar el peso ganado por las plantas durante su crecimiento. Utilizando los datos de siembra y recogida del material, junto con los pesos frescos de las plantas, comenzamos a calcular la biomasa por metro cuadrado. Esta información nos permitiría entender mejor el impacto de las plantas en la captura de carbono a mayor escala.
Biomasa sembrada rábano negro: 15 g |
Biomasa sembrada rábano largo: 12,6 g |
Biomasa recogida rábano negro: 1022 g |
Biomasa recogida rábano largo: 433 g |
Incremento de Biomasa: 1007 g |
Incremento de Biomasa: 420,4 g |
Aplicando el Porcentaje medio de masa seca |
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Rábano negro: 26,15% |
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Rábano largo: 10,4% |
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Rábano negro |
Rábano largo |
Biomasa sembrada seca: 3,9 g |
Biomasa sembrada seca: 1,3 g |
Biomasa recogida seca: 267,3 g |
Biomasa recogida seca: 45,0 g |
Incremento de Biomasa: 264,4 g |
Incremento de Biomasa: 43,7 g |
Sabiendo que aproximadamente el 47% del total del peso es materia orgánica, calculamos: |
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Rábano negro |
|
264,4 g x 0,47 g de CO2/g= 124,27g de CO2 se ha fijado en 4,8m2 |
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por lo tanto: 25,9g de CO2 por m2 |
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Rábano largo |
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43,7 g x 0,47 g de CO2/g= 20,56g de CO2 se ha fijado |
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por lo tanto: 5,4g de CO2 por m2 |
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Estas variedades de Rábano han estado creciendo y acumulando CO2 durante 4,5 meses, |
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por lo tanto: |
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El rábano negro ha fijado en un mes 5,8 g de CO2 y el largo 1,2g de CO2 |
Hoy ha sido un día fascinante, lleno de descubrimientos sobre el potencial de las plantas como sumideros de CO2. Nos sentimos inspirados para seguir investigando